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Acerca de las enfermedades venosas

La enfermedad venosa se define como la alteración del flujo sanguíneo hacia el corazón. Entender la enfermedad venosa significa comprender el complejo sistema de venas que forman nuestras piernas. Nuestras piernas están formadas por una red de venas similares a las ramas de un árbol: contienen venas grandes o principales y venas cada vez más pequeñas. La sangre oxigenada se bombea constantemente desde el corazón al resto del cuerpo a través de las arterias. Las venas se encargan de transportar la sangre desoxigenada de vuelta al corazón. Las venas sanas tienen válvulas que se abren y cierran para facilitar el retorno de la sangre al corazón.

La enfermedad venosa (también llamada insuficiencia venosa o reflujo venoso), se produce si estas válvulas se dañan, permitiendo el reflujo de la sangre en las piernas. Como la gravedad actúa sobre las piernas más que sobre otras partes del cuerpo, las paredes de estas venas están sometidas a una enorme presión. Cuando la sangre no puede retornar adecuadamente a través de la vena, puede acumularse, provocando una sensación de pesadez y fatiga, y causando varices. Con el tiempo, este aumento de la presión puede hacer que fallen otras válvulas. Si no se trata, puede provocar dolor de piernas, hinchazón, úlceras y otros problemas de salud. Si cree que padece una enfermedad venosa, hable con uno de nuestros flebólogos titulados, que podrá examinarle las piernas y responder a sus preguntas.

Hable con un especialista

Antecedentes e información sobre el tratamiento

Si sufre varices y arañas vasculares, no está solo. Se calcula que hay más de 80 millones de estadounidenses que padecen algún tipo de trastorno venoso. Aunque algunas personas necesitan tratamiento para mejorar su aspecto, muchas buscan alivio del dolor.

Aunque tanto las venas como las arterias forman parte del sistema circulatorio, funcionan de forma muy distinta. La sangre es impulsada a través de las arterias del cuerpo por la presión creada por el bombeo del corazón. Las venas, a diferencia de las arterias, transportan la sangre contra la fuerza de la gravedad. Dependen de la contracción de los músculos de las piernas y de las válvulas unidireccionales del interior de las venas para transportar la sangre de vuelta al corazón. Si las válvulas de las venas fallan, la gravedad impide que la sangre vuelva al corazón con eficacia. Esto produce un reflujo o congestión de la sangre. Como resultado, la presión se acumula y las venas enfermas se agrandan, llegando a abultarse hasta la superficie de la piel. El mismo proceso patológico puede afectar a venas de cualquier tamaño; sin embargo, cuando fallan las venas más grandes, suelen denominarse varices. Cuando afectan a venas más pequeñas, suelen denominarse arañas vasculares.

El dolor en las piernas suele estar relacionado con venas anormales en las piernas. Las varices graves pueden comprometer la nutrición de la piel y provocar dermatitis o sarpullido, decoloración o incluso ulceración de la parte inferior de la pierna. Dado que la mayoría de las venas se encuentran en lo más profundo de la superficie de la piel, los trastornos venosos no siempre son visibles a simple vista. Por ello, a menudo se recurre a la ecografía diagnóstica para determinar la causa y la gravedad del problema.

Algunos factores predisponentes son el envejecimiento, las ocupaciones de pie y las lesiones o traumatismos en las piernas. Sin embargo, la herencia es el principal factor causante de varices y arañas vasculares. Hasta el 55% de las mujeres estadounidenses pueden verse afectadas a lo largo de su vida. Los factores hormonales observados durante la pubertad, el embarazo, la menopausia y el uso de anticonceptivos afectan a la enfermedad. Es frecuente que las varices se hagan más prominentes durante el embarazo y empeoren con los embarazos sucesivos.

Se sabe que las varices provocan síntomas que pueden incluir dolor de piernas, pesadez, fatiga, hinchazón de tobillos, calambres musculares, inquietud, picor y quemazón, síntomas que suelen empeorar al permanecer mucho tiempo de pie. Pueden producirse cambios en la piel. Por ejemplo, una coloración marrón sobre las venas o cerca del tobillo. También puede aparecer una coloración púrpura relacionada con la congestión de pequeñas venas alrededor del pie y los tobillos. Las varices también pueden provocar complicaciones como coágulos sanguíneos, hemorragias, erupciones cutáneas y ulceración. El tratamiento de las varices hace que desaparezcan las venas anómalas y también ayuda a evitar que se produzcan complicaciones graves.

Las preguntas más frecuentes son: "¿Necesitan tratamiento las venas?" y "¿Qué tratamiento es el mejor?". Las venas que causan dolor en las piernas, hinchazón, coágulos sanguíneos superficiales recurrentes, hemorragias o ulceración son las principales candidatas al tratamiento. Las venas que causan otros síntomas, como dolor, pesadez y fatiga, o que son estéticamente poco atractivas, también pueden beneficiarse del tratamiento. Existen dos opciones generales de tratamiento: medidas conservadoras, como las medias de compresión y los preparados de hierbas, y medidas correctivas, como la ablación térmica endovenosa, la ablación química, la cirugía, la escleroterapia y el tratamiento con fuentes de luz/láser. En muchos casos, lo mejor es una combinación de métodos de tratamiento.

La ablación térmica endovenosa es un tratamiento alternativo a la extirpación quirúrgica de las varices. Con visualización ecográfica, se introduce un pequeño catéter o tubo en la vena dañada, normalmente a través de una aguja. A continuación se suministra energía térmica, o calor, al interior de la vena. Esto hace que la vena se colapse y se cierre herméticamente. La intervención suele realizarse en la consulta del médico con anestesia local. Posteriormente, se coloca una venda o media de compresión en la pierna tratada durante 1-2 semanas. Los pacientes pueden caminar inmediatamente después de la intervención y la mayoría pueden volver al trabajo al día siguiente.

También conocida como escleroterapia guiada por ultrasonidos, la ablación química endovenosa es otra alternativa de tratamiento a la extirpación quirúrgica de las varices. Con este procedimiento, se inyecta en la vena un irritante químico, denominado esclerosante, mientras el médico observa el proceso de inyección en una pantalla de ultrasonidos. Esto permite tratar las venas que están por debajo de la superficie de la piel. Dado que estas venas no pueden verse visualmente, de otro modo habría que extirparlas quirúrgicamente. Esta técnica hace que la vena se colapse y se cierre, y puede realizarse con esclerosante líquido o flameado. El procedimiento suele realizarse en la consulta del médico y puede no requerir anestesia local. No es infrecuente que se coloque una venda o media de compresión en la pierna tratada durante 1-2 semanas. Los pacientes pueden caminar inmediatamente después de la intervención y la mayoría pueden volver al trabajo al día siguiente.

Las técnicas quirúrgicas para tratar las varices incluyen la ligadura (ligadura de una vena), la extirpación (extracción de una vena tirando de ella con un instrumento especial) y la flebotomía ambulatoria (extracción de venas a través de una pequeña incisión). La cirugía puede realizarse con anestesia local, raquídea o general. En la actualidad se realiza casi exclusivamente en régimen ambulatorio, por lo que los pacientes suelen volver a casa el mismo día de la intervención. Es necesario llevar vendajes en las piernas y/o medias de compresión durante varias semanas después de la intervención. Por lo general, las actividades normales pueden reanudarse al cabo de varios días.

La escleroterapia puede utilizarse para tratar tanto las varices como las arañas vasculares. Se utiliza una aguja diminuta para inyectar en las venas uno de los distintos tipos de irritante químico, o esclerosante, que irrita el revestimiento de la vena. En respuesta, las venas se colapsan, se cierran y son absorbidas por el organismo. El número de tratamientos de escleroterapia necesarios varía en función del número, el tamaño y el tipo de venas tratadas. Normalmente, el paciente recibe varias inyecciones por sesión de tratamiento. El procedimiento casi siempre se realiza en la consulta del médico y, por lo general, después de la escleroterapia pueden reanudarse las actividades normales. Puede ser necesario llevar medias de compresión o vendas en las piernas durante varios días después del tratamiento.

Hoy en día existe una gran variedad de tratamientos con láser y fuentes de luz. Un haz de luz genera calor en el interior de las venas tratadas, lo que provoca su cierre y reabsorción por el organismo. Los tratamientos con fuentes de luz/láser de gran superficie sólo se utilizan para tratar las arañas vasculares más pequeñas. Suelen ser necesarios varios tratamientos. Este procedimiento también suele realizarse en la consulta del médico, no requiere anestesia local y se puede reanudar la actividad normal tras el tratamiento. Puede ser necesario llevar medias de compresión durante unos días después del tratamiento.

Los avances tecnológicos en los métodos de evaluación y tratamiento permiten tratar las arañas vasculares y las varices con más eficacia y seguridad que nunca. No obstante, el éxito de cualquier método de tratamiento depende de dos cosas: una evaluación cuidadosa del problema subyacente y la habilidad y experiencia del flebólogo que aplica el tratamiento. La causa más importante de las venas varicosas es la herencia, por lo que ni siquiera un tratamiento exitoso elimina la disposición genética que puede hacer que otras venas fallen en el futuro.

En general, las complicaciones relacionadas con el tratamiento de las varices son poco frecuentes. Con cualquier intervención quirúrgica pueden producirse complicaciones graves, como alergias potencialmente mortales y/o coágulos sanguíneos. Y pueden producirse quemaduras en la piel con cualquier forma de tratamiento con láser/fuente de luz o escleroterapia. Las complicaciones menores pueden incluir molestias temporales, hematomas, hinchazón, decoloración o rubor rojizo de la piel tras el tratamiento. Es importante que comente estas o cualquier otra duda con su proveedor de tratamiento cuando considere someterse a un procedimiento. Aunque estos riesgos son pequeños, ningún procedimiento está exento de riesgos.

La UGS es una tecnología basada en agujas que elimina las venas medianas y grandes tras el cierre de la safena. Se utiliza una solución esclerosante espumosa para crear una reacción en la vena que provoca su colapso. A continuación, el cuerpo absorbe la vena sin dejar cicatrices. Esta técnica requiere el uso de un ecógrafo para localizar el origen de las venas y guiar la ubicación de la inyección. Las venas suelen necesitar sólo 2-3 tratamientos antes de que respondan completamente. Se trata de un procedimiento excelente con excelentes resultados estéticos a largo plazo.

  • Sin cirugía
  • Procedimiento en la oficina
  • Sin baja laboral 
  • Vuelta inmediata a las actividades cotidianas
  • Sin incisiones, cicatrices ni puntos de sutura

En Central Florida Vein and Vascular Center, creemos que la extirpación venosa es un procedimiento arcaico y obsoleto que crea discapacidad significativa, dolor y problemas de cicatrización de heridas. La extirpación venosa es cosméticamente inaceptable para nosotros y sólo utilizaremos técnicas mínimamente invasivas para tratar las venas varicosas y la insuficiencia venosa.

Las venas de cualquier tamaño deben ser tratadas por un médico especializado en el cuidado de las venas. Hay que tener en cuenta la fisiología venosa subyacente antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento. Un reflujo venoso importante puede ser la causa de las venas superficiales y debe corregirse en primer lugar. Esto incluye las arañas vasculares.

Usted debe ser tratado por alguien que entiende la fisiología venosa y que puede ofrecer todas las modalidades de tratamiento. Como cirujano vascular certificado, el Dr. Horowitz entiende el proceso subyacente y puede elegir entre todas las técnicas disponibles para decidir su mejor curso de tratamiento. Muchos "especialistas de la vena" no puede ofrecer un complemento completo de opciones de tratamiento y están sesgados hacia los procedimientos que realizan. Sea un consumidor informado

Consejos para unas piernas sanas

Estudios recientes muestran que más del 58% de las mujeres de entre 18 y 49 años afirmaron que lo único que les gustaría cambiar de sus piernas era mejorar su resistencia y energía. Esta afirmación supera a la de tener unas piernas más sexys (26%) y más jóvenes (14%). No es de extrañar. Más del 50% de las mujeres encuestadas experimentan fatiga en las piernas. Pero unas piernas sanas son difíciles de mantener con un estilo de vida activo que a menudo incluye hijos, nietos, trabajo y mucho más. Cuando el sistema de músculos, venas y válvulas de las piernas y los pies se debilita, se interrumpe la circulación normal. La sangre se acumula en las venas y válvulas y provoca la aparición de varices o arañas vasculares. Esto no sólo es antiestético, sino que también provoca dolor de piernas y sensación de cansancio y pesadez. Cuidar la dieta es importante. Siga una dieta baja en sal, reduzca el consumo de alcohol y tome comidas ricas en fibra. No se aconsejan los baños calientes. Tampoco la exposición prolongada al sol, que puede provocar arañas vasculares. Evite la ropa y el calzado que aprieten. Haga ejercicio y ayude a las venas a bombear sangre y mantenerse sanas y fuertes.

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músculos de las piernas

Pierna sana

Las varices y las piernas dolorosas, cansadas, hinchadas y pesadas no forman parte del proceso natural de envejecimiento. Muchas personas tienen estos síntomas y suponen que se producen sólo porque "se están haciendo mayores". La causa fundamental de estos problemas suele ser una anomalía en el sistema venoso de las piernas denominada reflujo venoso. Con el reflujo venoso, las piernas han perdido su capacidad natural de devolver la sangre venosa al corazón, lo que permite que la sangre se acumule en las piernas, causando dolor, hinchazón y varices. En las piernas sanas, existe un sistema de válvulas en las venas diseñado para mantener la sangre venosa. El reflujo venoso se debe a un fallo de este sistema de válvulas que permite que la sangre se acumule en las piernas cuando se está de pie durante largos periodos. Las causas habituales de fallo de las válvulas venosas son el embarazo, la bipedestación prolongada, el exceso de peso, el ejercicio físico agresivo y la herencia familiar. Normalmente es necesario eliminar estas venas para mejorar la salud general de las piernas y permitir que la circulación venosa fluya correctamente.

El tratamiento moderno de las venas permite eliminar estas venas disfuncionales "rotas" con una intervención mínima. La extirpación quirúrgica ha quedado obsoleta. Ha sido sustituida por técnicas mínimamente invasivas basadas en agujas y catéteres. La ablación endovenosa con láser (EVLT) y la escleroterapia con espuma guiada por ultrasonidos se combinan para proporcionar tratamiento para las varices de cualquier tamaño y para la hinchazón de las piernas. Estos procedimientos no requieren incisiones para cicatrizar, requieren un tiempo de inactividad mínimo y tienen mucho éxito en las manos adecuadas. No todos los centros de venas varicosas están comprometidos con estas terapias contemporáneas, avanzadas y mínimamente invasivas que proporcionan excelentes resultados cosméticos y le permiten volver a sus actividades diarias rápidamente. No acepte menos que la mejor atención. Elija sabiamente a su especialista en venas varicosas y no se conforme con menos de lo que el enfoque y la tecnología más actuales pueden ofrecerle.

Consejos para la salud de las venas

  • Utilice prendas de compresión cuando permanezca mucho tiempo de pie.
  • Desarrolle los músculos de la pantorrilla caminando o haciendo otro tipo de ejercicio. Evita los tacones altos.
  • Camine por la parte menos profunda de la piscina para facilitar el drenaje venoso.
  • Elevar según sea necesario
  • Consulte a un especialista en venas varicosas para saber si puede beneficiarse de un tratamiento mínimamente invasivo.

Venas 101

Se calcula que sólo en EE.UU. 80 millones de adultos padecen enfermedades de las venas de las piernas. A continuación se ofrece información básica que merece la pena conocer...

 

Las varices son venas que se han vuelto grandes y retorcidas. Aunque pueden encontrarse en otros lugares, la mayoría de las varices se localizan en las venas superficiales de las piernas, que están sometidas a una gran presión al estar de pie. Las varices suelen ser dolorosas, sobre todo al estar de pie o caminar. También se consideran poco estéticas. Las varices suelen picar y, si no se tratan, el rascado puede provocar la aparición de úlceras.

Las arañas vasculares son similares a las varices, pero más pequeñas. Suelen ser rojas o azules y están más cerca de la superficie de la piel. Parecen telarañas con sus líneas cortas y dentadas. Las arañas vasculares pueden aparecer en las piernas y en la cara. Pueden cubrir una zona muy pequeña o muy grande de la piel. Las arañas vasculares pueden deberse a la acumulación de sangre, cambios hormonales, factores hereditarios y exposición al sol.

La mayoría de los pacientes que reciben tratamiento por problemas venosos en las piernas son mujeres. Sin embargo, las venas varicosas también afectan a los hombres. ¿Cuál es la causa de estos problemas? Varios factores: las hormonas y la herencia pueden formar parte de la ecuación. Los trabajos que requieren largos periodos de pie o sentado contribuyen a las enfermedades venosas. Las personas con sangre del tipo A y los ancianos tienen un mayor factor de riesgo. Las varices son dos veces más frecuentes en personas altas y con sobrepeso. El embarazo es una causa frecuente de varices. Y, por último, los traumatismos también pueden provocar la aparición de venas antiestéticas y dolorosas. El mito popular de que cruzar las piernas causa problemas venosos es sólo eso, un mito.

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Central Florida Vein & Vascular Center ofrece atención de alto nivel y comodidad de alto nivel desde el segundo que entras en nuestra oficina. Ayudamos a diagnosticar lo que es mejor para usted mediante la discusión de todas las opciones de tratamiento, que van desde el tratamiento homeopático para el tratamiento conservador de medias de compresión a los procedimientos mínimamente invasivos.

Le explicaremos cómo otros cambios hormonales, como el embarazo, pueden afectar a su salud venosa. Para aquellos que buscan conocimientos adicionales antes de visitar nuestra clínica, ofrecemos material de educación médica continua a través de nuestro blog. A lo largo de cada paso del proceso, usted tendrá una comprensión de su cuidado venoso y lo que creemos que es su mejor opción para seguir adelante.

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